La desintegración del PP

EL NUEVO PARTIDO DE ORTEGA LARA ASEGURA QUE NO BUSCA DAÑAR AL PPEl PP se deshace como un azucarillo. El nacimiento de VOX con Santiago Abascal y Ortega Lara a la cabeza, y ahora con Alejo Vidal Cuadras como más que probable cabeza de cartel para las próximas elecciones europeas, está suponiendo un problema que se está acrecentando con mayor rapidez que la que los gurús de turno pronosticaban. Faltaba que Mayor Oreja anunciara el mismo día que no concurriría en las listas del PP para que la sensación de caos se haya hecho más intensa.

No hay nadie que yerre más en unas predicciones concretas que un buen sociólogo, un magnífico politólogo, un economista de altura o un periodista con ínfulas. Todos ellos analizan extraordinariamente los hechos pasados e intentan crear magníficos estudios y modelos para adelantarse al futuro, pero en las ciencias sociales es imposible analizar millones de variables y describir con exactitud los acontecimientos que están por venir. La posibilidad del nacimiento de alguna opción que ocupara el hueco dejado por el partido liderado por Mariano Rajoy era más que evidente. A pesar de ello no se desprendía una excesiva preocupación dentro de las huestes “peperas”. Ya he leído por ahí que para algunos gurús a sueldo la irrupción de VOX no le viene del todo mal a los populares porque consigue que el electorado tenga al PP como un partido aún más de centro (sic). Los que más han advertido de la posibilidad del nacimiento de un apéndice del PP han sido precisamente aquellos que no se caracterizan por tenerle una excesiva simpatía a los dirigentes del partido que actualmente gobierna España, por el abandono por parte de estos de unos principios que se le consideraban innatos y que son fundamentales para el futuro de la nación. El desprecio hacia los que llevan la contraria y la táctica de mirar hacia otro lado ha terminado por alcanzar al actual presidente del PP sin remisión y sin espacio para reaccionar a tiempo. Tengo para mí que la atomización del voto no es buena, por mucho que se critique el bipartidismo. La italianización política de España puede ser un desastre. Y la culpa no es más que de Mariano Rajoy –y de Zapatero en el otro lado- por su pasividad en general ante las contrariedades que se le vienen encima. No se puede gobernar a golpe de encuesta, porque, al final, tus mejores activos huyen buscando sus ideales perdidos.

El mayor problema es haber dejado la estrategia política para intentar ganar un espacio electoral, que se supone con un número potencial más amplio de votos, en manos de determinados sociólogos y periodistas lamelibranquios, -que además cobran una herencia por lo que quieres oír-, y haber abandonado las ideas, las que han sido siempre el eje central de tu existencia como partido político, envueltas en papel celofán y castigadas en el rincón de pensar (FAES). Luego pasa lo que pasa, que de tanto centrarte puede darse el caso de terminar colándote por los ojetes del sumidero de la historia política (UCD). Y lo peor de todo es que, se sea simpatizante o no del PP, su posible desmembración sería algo pésimo para España. En fin.

Wert, el réprobo

El Estado no tiene derecho a dirigir la educación para impulsar sentimientos nacionales, ni visiones de la historia, ni rasgos culturales, ni lenguas concretas. Ese derecho, como otros, nos fue expropiado indebidamente por el Estado a sus legítimos potestatarios. Uno de los ejemplos del desastre de tal expropiación lo tenemos en el nacionalismo, que tiene a la educación como su principal arma para que la metástasis del tumor independentista que padecen llegue al mayor número de personas. Y treinta años de adoctrinamiento continuado no pueden ser obviados. El Estado debe quitar sus zarpas de la educación, sí, pero antes tiene que arreglar su propio desaguisado. Aquí todos tenemos que jugar con las mismas cartas. Por eso estoy con Wert, a quién los socialistas quieren, como mínimo, reprobar, por unas palabras que en condiciones normales hubieran suscrito. Pero ¿qué dijo Wert para tanto revuelo? ¿Se ha leído alguien su contestación parlamentaria? :

“..No me va a convencer porque ya estoy convencido, no porque no pueda ser convencido. Es una lengua que siendo madrileño amo como una lengua española más y hablo y leo, y me parece que lo que en términos legales, jurisprudenciales y constitucionales se ha admitido respecto al catalán es perfectamente válido; ahora, yo estoy hablando de una cosa muy distinta, estoy hablando de hacer efectivo un derecho que tiene amparo legal y amparo constitucional y amparo jurisprudencial y es que aquellas familias que quieran que sus hijos se escolaricen en castellano tengan todo el derecho de hacerlo. Y me da igual que sea una, que sean diez, que sean cien, que sean mil o que sean diez mil porque es una cuestión de libertades y, como digo, al Gobierno le corresponde hacer efectivo ese derecho. Punto número uno. (Aplausos).

Punto número dos. Señor Vallès, es tan cierto que hay elementos en el sistema educativo —por cierto, elementos que trajeron ustedes durante el tiempo del tripartito— que, por ejemplo, en segundo de bachillerato lo que en el decreto de enseñanzas mínimas común y de aplicación en toda España se llama Historia de España, en Cataluña, según el decreto de un conseller que entonces era de su partido, se llama Historia, y en él la historia de España tiene menos rango que en Cataluña. Y la señora Rigau, que no es de su partido, que es de Convergència, ha dicho el otro día que nuestro interés es españolizar a los alumnos catalanes. Lo dijo, y no con ánimo de elogio. Pues sí, nuestro interés es españolizar a los alumnos catalanes y que se sientan tan orgullosos de ser españoles como de ser catalanes (Aplausos) y que tengan la capacidad de tener una vivencia equilibrada de esas dos identidades porque las dos les enriquecen y les fortalecen. (Rumores.—Aplausos.-El señor Campos Arteseros: ¡Tiempo!). Y en esa línea, señor diputado, vamos a continuar. (Aplausos).”

http://www.congreso.es/public_oficiales/L10/CONG/DS/PL/DSCD-10-PL-64.PDF

Réquiem por 7RM y PPRM

No. Por principios nunca he estado a favor de los medios de comunicación públicos. Como tampoco lo he estado de los impuestos abusivos, la corrupción, el intervensionismo, los gobiernos despóticos y la ineptitud política. Ahora bien, por desgracia, todo esto existe y hay que convivir con ello. Hoy no he venido a hablar de ideas sino de estrategia política.

La Región de Murcia fue de las últimas en incorporarse a la golfada de los canales autonómicos, porque Murcia, de todas las comunidades autónomas, es la más insípida y temeraria en materia de identidad regional de todas ellas. Y se hizo a través de una especie de gestión privada mezclada con lo público, pero no agitada… O al revés, yo qué sé. Por el contrario sí sé que, nos guste o no, los murcianos seguimos siendo unos acomplejados tirando a cobardes ante el resto de España y así debemos aceptarlo, nos pongamos como nos pongamos. Lo de Murcia, en mayúsculas, su región, sus límites y su identidad, no nos lo creemos ni la mayoría de los ciudadanos, ni nuestro gobierno regional, ni nuestra oposición proscrita. En este caso, como en otros, «da igual que sea Juana que su hermana» (Castro, dixit), y aunque una tienda a aparentar más decencia (PP) que la otra (PSOE), todos necios. Y punto. Aclaración: hay numerosas excepciones que normalmente son marginadas por los aparatos y cacharros de los partidos políticos.

Para ser justo, me faltan datos para juzgar los últimos  acontecimientos que se están sucediendo alrededor de la -¿privatización?- del canal público 7RM, y de la actuación del gobierno regional y la concesionaria. Y eso que creo que tengo bastantes. Por el contrario me sobran otros para analizar las consecuencias que la mala gestión del PP del -¿cierre?- de este ente está provocando. No es lo mismo el “cierre” de una gran empresa, que el de un medio de comunicación (público o privado) que durante estos años ha entrado en la mayoría de hogares de la región. Desde Yecla a San Pedro del Pinatar pasando por Águilas o Moratalla. Me atrevo a decir que el PP ha abierto el solito el ataúd de su próximo entierro político con este asunto. Y es que si de un partido socialista se tratara –bueno, de uno auténtico y con sus siglas y todo: PSOE, PSRM- el cierre, la privatización, o lo que sea, de un medio de comunicación público, sería lo último que se plantearían, por encima de recortes en colegios públicos, hospitales, centros sociales, etc… Y a los hechos de otras comunidades autónomas gobernadas por el PSOE me remito.

Siempre se ha dicho que el Partido Popular es una calamidad en materia de comunicación y en todo lo que tiene que ver con la gestión de su imagen pública. Parece que los estrategas del PP de Murcia -¿los hay?- han querido ponerse a la cabeza nacional en este principal defecto de esta organización política. Siendo generosos, digamos que con esta medida han alcanzado el liderato de lelos de todo el Partido Popular de España. Sí, porque son “asín”; sí, porque como alguien de “Madriz” dijo que había que privatizar los medios de comunicación públicos, pues ellos los primeros, que son los más PPs de todos… Pardillos en toda regla. Listos.

El gasto autonómico en la televisión autonómica murciana era una ridiculez, tirando a miseria, comparado con el gasto de otras comunidades autónomas. Ahí tenemos a Cataluña con sus cinco o seis canales autonómicos, sus deudas y sus magras subvenciones, incrementadas en la época del nefasto tripartito que estaba comandado por los socialistas Pascual Maragall primero y José Montilla después; o a Andalucía con su Canal Sur, Canal Andalucía, etc… y sus presupuestos de 232 millones de euros en 2011, por ejemplo… “Ea”, “arsa”, “ole”; o el Canal 9  (Nou, por si alguien no sabe idiomas) del PP, superando los más de mil quinientos empleados.. Y así..

Está claro que la empresa adjudicataria tampoco se puede ir de rositas. Los dispendios y caprichos de unos dirigentes empresariales tienen nombres y apellidos y alguien tendrá, algún día, que tirar de la manta. Pero esos han malgastado todo aquello que el gobierno regional le concedió de más en un contrato firmado. Mas los contratos hay que cumplirlos, incluso en España, incluso en Murcia, e incluso más aún si una de las partes es un estamento público. Y no es por nada en general, sino por algo tan particular que luego viene el capital extranjero y les da por desconfiar de España, de Murcia y de su palabra dada… Y así, por la desconfianza, le da por fugarse y nos da un resultado que estiman que ha salido de España este año más de 220.000 millones de euros, un 22% de nuestro PIB.

El problema viene de origen, y ahora, cuando han llegado las vacas flacas, y la ubre no da más de sí, han querido solucionarlo entrando como un elefante en cacharrería. Desconozco lo que nos deparará el futuro en este asunto tanto como lo que está aconteciendo en el presente. Está todo tan oscuro como la ridícula capacidad del PP para explicarse. Parece que varios, unos pocos, sí que lo tienen bastante claro. Pero que sepan que el mal ya está hecho, porque han tocado a unos excelentes profesionales que en mayor o menor medida han adquirido una cierta relevancia en nuestra región . Y les va a costar caro, o eso creo. En fin.

¡Valcárcel, qué vienen los tuyos!

El secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, advirtió que el Gobierno de Rajoy no dudará en intervenir las autonomías que no puedan cumplir sus obligaciones financieras. Además garantizó que el Ejecutivo central no va a mirar el color político de quien gobierne. Aclaración innecesaria si no tiene uno metido intrigas raras en la cabeza, pienso. La autonomía con mayor deuda por impagos es Valencia, seguida de Andalucía y Castilla-La Mancha. Casi el 30% de toda la deuda de España procede de Cataluña. Pues bien, cada vez se hace más fuerte el rumor de que la primera de todas las intervenidas podría ser la de Murcia.

John Muller, ha escrito en El Mundo un artículo que, según sus propias palabras en Twitter, ha molestado considerablemente al gobierno de Valcárcel. El artículo en cuestión deja entrever que la Comunidad Autónoma de Murcia tiene todas las papeletas para ser intervenida por Mariano Rajoy a corto plazo como “gesto” contra aquellas que verdaderamente tienen un problema de deuda, como es el caso de Valencia, a la que también alude mi admirado periodista anteriormente mencionado.

Ciertamente puede existir el temor a que pueda ocurrir, porque a las pocas horas aparecía en la portada de Libertaddigital.com varias informaciones, con columna incluida del Presidente, que explicaban todas las medidas que el gobierno murciano está acometiendo.

Rajoy, que tendrá otras virtudes pero no la de la valentía, ya que es de los que suele escapar por la puerta de atrás para no dar la cara, es de aquellos que son capaces de utilizar a un  Valcárcel cualquiera, a uno de los suyos, como chivo expiatorio. Sobradas muestras nos ha ofrecido de ello. Por eso no me extrañaría que se haya instalado en el palacio de San Esteban el miedo a que esto pueda llegar a ocurrir.

Sería injusto no reconocer que el gobierno regional de Murcia tampoco está exento de toda culpa ante su demostrada pasividad, desde Inmaculada García a Juan Bernal, pasando por Salvador Marín, sobre todo por Salvador Marín, para tomar alguna medida efectiva, más por el lado de los ingresos que por el lado del gasto; o ante, asimismo, por no haber conseguido un peso específico suficiente en Madrid que pudiera frenar este posible dislate ante un caso como el que nos encontramos. Valcárcel debe saber que en demasiadas ocasiones, como dijo Pío Cabanillas, hay que tirarse al suelo porque “vienen los nuestros”. Los suyos, vamos. En fin.

Crónica de una muerte no anunciada

No son pocas las reflexiones que se han escrito sobre el descalabro de Javier Arenas en las elecciones de ayer en Andalucía. Consiguió ganarlas pero no con el suficiente margen para poder formar una mayoría que le permita gobernar uno de los últimos bastiones que se le resiste al Partido Popular. Me quedo con varias consideraciones:

La primera con la de Pablo Molina en Libertaddigital poniendo el acento en la nefasta campaña electoral que ha realizado el PP: “El PP no solo ha decidido hacer una campaña en Andalucía como si fueran a ganar sin bajarse del autobús, sino que, por no incomodar, hasta la política nacional del Gobierno popular ha estado supeditada a esta exigencia de placidez morcillona”. Ha titulado el artículo: ¡Arriola Selección!, ya que si hay que señalar a uno de los principales culpables del descalabro no es otro que al tan valorado sociólogo y gurú del PP y a todos los acérrimos seguidores de sus tesis y que tanto daño están haciendo a la derecha española.

Y es que, en efecto, como también señala Alfonso Galindo en su blog “El tercer liberalismo”: “Tanto el tipo de campaña como la propia elección del candidato demuestran que los populares querían ganar por mero hundimiento del adversario. Demuestra también su poco respeto al ciudadano andaluz: como no lo creen capaz de entender y asumir los retos que tiene la sociedad y la necesidad de cambios profundos, se han limitado a mostrarse como más y mejores socialdemócratas que sus adversarios. Los ciudadanos han preferido el original a la copia”.

Pedro Moya en “Apuntes en Libertad” también pone el énfasis en la penosa campaña y en la dejadez de Javier Arenas y sus áulicos sociólogos a la hora de presentar batalla y pretender ganar por desgaste del rival: “Pero precisamente por ello, la estrategia más adecuada quizá no consistía en dejar que la realidad de la crisis económica, junto a los gravísimos escándalos de corrupción que la prensa publicaba día sí y día también, desgastaran por sí solos al PSOE andaluz: además, se debería haber tenido una presencia constante en todos los medios, y con un mensaje claro y rotundo: explicar y defender sin ambages el programa (y también las medidas tomadas por el nuevo Gobierno) en todos los foros, propios, ajenos, afines y contrarios, y acudir al mismísimo infierno aunque solo sea para denunciar ‘in situ’, y a la vista del público, las maldades de sus inquilinos.”

Luis I. Gómez en su entrada “Arenas y Rajoy lloran. Lo merecen” en “Desde el exilio”, no se sorprende de los resultados, y lo achaca a los “decenios de indoctrinamiento y casi tres generaciones abandonadas a la mediocridad educativa», por lo que no ve  motivos para mostrarse «sorprendido por los resultados de ayer en las elecciones autonómicas andaluzas o asturianas”.

Es como también ha escrito Santiago Navajas en su artículo “PSOElandia” en Libertaddigital: “Pero el caso es que los señoritos dirigentes del PP siguen refugiados en sus casinos de pueblo y sus clubes de ciudad, incapaces de hacer llegar su mensaje a los colegios, los institutos, las universidades, donde los estudiantes más que enseñados son adoctrinados, más que instruidos son formados en una sensibilidad política de izquierdas. De hecho, incluso el PP parece en determinados campos un partido de izquierdas abonándose, por ejemplo, a las tesis “de género” e incapaz, por esa mezcla de pereza y desprecio hacia lo intelectual que caracteriza a la derecha andaluza, de crear una alternativa conceptual seria y estructurada a la que ha creado la izquierda”.

Quedan muchos artículos por escribir y muchas páginas por rellenar. De lo único que estamos seguros es que ayer el PP andaluz llegó a brindar con manzanilla, pero la de sobre, la que arregla el estomago, la calentita. En fin.

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Violencia calculada

primaveravalencianaQué ganas tenían algunos de un cambio de gobierno para desatar sus instintos izquierdistas más primarios tras tantos años de silencio. A la mínima excusa, los antisistema, los que quieren imponer su sistema por medio de la fuerza, los que nunca han aceptado la democracia, se han unido como una rémora parásita a unas revueltas ilegales de unos alumnos de un instituto de Valencia que reclamaban calefacción para sus aulas.

De los diecisiete heridos en las manifestaciones, once son agentes de policía, y de los cuarenta y tres detenidos, treinta y siete son mayores de edad. Ninguno de los detenidos es alumno de dicho instituto y  el proclamado líder de las manifestaciones esta a escasos meses de acceder a la Universidad para mayores de 25 años, si es que es capaz de ello. Para comprobar que toda esta violencia no es para nada espontánea y sí calculada, se puede entrar en la página web PrimaveraValenciana.com, que se creó dos días antes de las algaradas con la colaboración de Compromís, el partido de extrema izquierda valenciano.

Algunos han puesto el grito en el cielo porque la policía, cumpliendo con su deber de disolver cualquier manifestación ilegal que se convoque y que cercene la libertad del resto de los ciudadanos a circular, haya actuado conforme a la Ley. Es tan sólo el principio de lo que nos espera. El PP y la policía serán para ellos los culpables de la escalada de la tensión y no al revés. Violencia calculada, recuerdo. Ayer ya cercaron varias sedes del PP. Por eso es lamentable e incomprensible que el Ministro de Interior del gobierno del PP, Jorge Fernández Díaz, no defienda desde el minuto uno a sus subordinados y a su partido hablando de “excesos”, por mucho que luego rectifique.

Está claro que los sindicatos de clase han perdido su capacidad de movilización a gran escala. La solución para estos, incapaces por lo que se ve de aceptar el resultado de unas elecciones democráticas, va a ser a partir de ahora las continuadas asonadas ilegales, provocadoras e incendiarias. Después los tontos (in) útiles de siempre desde diferentes ámbitos se sumarán para alentarlas y para ponerse del lado de los que atentan contra el Estado de derecho. Y como muestra, ahí están las numerosas manipulaciones y fotos trucadas de disturbios pasados que han sido utilizadas en esta ocasión por diversos medios y blogs adscritos a la izquierda más rancia y siniestra. En fin.

El pobre D’Hondt

 

mapaelectoralHay una manera muy fácil de obtener más escaños en el Congreso y no es otra que la de contar con un mayor número de votos. También está la de en vez de ser la tercera o cuarta opción, ser la segunda o la primera más votada. La Ley electoral con la que contamos no es una ley perfecta y evidentemente no es justa en muchos casos. Como tampoco la es en otros países con mayor tradición democrática. Véase el modelo anglosajón en el que nada más que van al Congreso correspondiente el representante de la opción más votada por cada circunscripción.

Y es que hoy quién se las está llevando todas es el pobre Víctor D’Hondt en determinados sectores, incluso más que el propio Zapatero o el ínclito Rubalcaba. Lo que nadie dice que el problema está en las circunscripciones y no en el método ideado por el matemático belga.

Como escribe hoy Raúl Vilas en Libertaddigital“La fórmula D’Hondt lo que hace es favorecer un poco a los partidos que obtienen más representación para facilitar  la gobernabilidad (sistema proporcional corregido)”. Tener un sistema a la italiana en España sería una auténtica catástrofe pues sería ingobernable. Sí sería lógico, como bien apunta el autor citado, tener un modelo más justo, en el que el reparto de escaños se hiciese a nivel nacional, en el que se aplicara la Ley D’Hondt y en el que se mantuviera el actual listón del 3 por ciento. Los resultados de las elecciones hubieran sido en este caso:

PP 176 escaños.

PSOE 113 escaños.

IU 27 escaños.

UPyD 18 escaños.

CiU 16 escaños.

Es decir, el PP mantendría la mayoría absoluta, el PSOE ganaría 3 escaños, CIU se mantendría con los mismos y UPyD e IU subirían considerablemente su número de escaños. También sería idóneo porque partidos como AMAIUR quedarían fuera y el nacionalismo que odia a España (aparte de CIU) no tendría prácticamente representación en nuestro Parlamento. Por esto me parece muy bien que se debata sobre nuestro sistema electoral actual, pero en otro escenario diferente a la realidad por la que atravesamos en estos momentos. No me parece bien que para algunos partidos minoritarios éste sea su auténtico leitmotiv y que no pongan a la cabeza de sus prioridades otros problemas que son los que realmente preocupan a los españoles. Es donde se demuestra que lo principal para ellos reside en su propio interés electoral y no en el general.

Para mí lo realmente importante es que el PP ha obtenido el respaldo suficiente con una mayoría absoluta para que actúe, para que gobierne, para que aplique las medidas de ajuste que cualquier persona sensata es capaz de ver y, por el otro lado, que el PSOE ha recibido el varapalo que simplemente merecía. Todo lo demás, en las circunstancias actuales y en las fechas dramáticas por las que atravesamos, tiene el valor de lo accesorio. En fin.

Los pufos del gobierno y la campaña electoral

elena-salgado

La ministra Salgado hizo hace unos días unas declaraciones, silenciadas por el alboroto electoral, que me han llamado especialmente la atención. Interpelada por una noticia que había salido según la cual la Unión Europea podría imponer a España una multa del 0,1% del PIB -que equivale a 1.000 millones de euros- si no se tomaban medidas para rebajar su elevada tasa de paro, la vicepresidenta económica a la entrada de la reunión de ministros de Economía de la UE declaró que “la sanción no es por el nivel de paro, sino por no hacer caso de manera repetida a las recomendaciones de cambios en el mercado laboral“. Está claro que nuestro ordenamiento jurídico no contempla la posibilidad de encarcelar a los inútiles, pero el Código penal sí debería recoger el delito de hacernos pagar a los españoles una multa, que es aproximadamente el 25% del presupuesto de la Comunidad Autónoma de Murcia, por un simple motivo ideológico. A mí me parece muy bien las denuncias sobre los casos de corrupción: Pepiño“campeón” debería estar como mínimo dimitido. Pero el escaso eco de los auténticos pufos del gobierno, los mollares, los de 1.000 millones para arriba, es para hacérselo mirar.

-¿Y la campaña electoral? Mal, gracias. Estamos llegando al ecuador y el tostón sigue siendo la nota dominante. Hasta ahora lo más noticioso, como no, ha sido el debate a dos que mantuvieron el lunes pasado los candidatos de los partidos llamados mayoritarios. Lo más esperado y, por lo tanto, lo más decepcionante, pues todo transcurrió según el guión que se marcaron los dos equipos de asesores de ambos partidos. No entraron en ningún tema farragoso que pudiera perjudicar al oponente y eso se notó en otro debate electoral que no pasará a la historia. Lo demás, farfolla pura y dura. Lo de siempre, vamos. Caravanas electorales, mítines para militantes, eslóganes, propaganda electoral de la peor que recuerdo, etc. Puede ser que el partido esté finalizado desde hace tiempo y de ahí el escaso interés. Sólo nos quedan los minutos de la basura. Que acabe esto cuanto antes, que pite el árbitro ya de una vez, y que no volvamos a ver al PSOE en el gobierno. En fin.

 

Valcárcel con Esperanza Aguirre

Ramón Luis Valcárcel, al igual que la presidenta de la comunidad de Madrid, ha insistido en la necesidad de bajar los impuestos para activar el consumo y dinamizar la economía. Aseguró que «es necesario realizar rebajas fiscales para activar el consumo y dinamizar la economía», ya que, para superar la crisis, «hay que ser muy responsable y racional en la aplicación de los recursos públicos».

Según indica la nota de la Comunidad:

«La aplicación de rebajas fiscales ha sido una fórmula aplicada por los gobiernos del Partido Popular a partir de 1996, y en los sucesivos años, que permitió, según el presidente de la Comunidad, que «España se convirtiese en esa época en una gran potencia económica», aunque hoy, por el contrario, «las recetas de Zapatero nos está llevando al efecto contrario de una posible reactivación económica».

Valcárcel recordó que, en la Región de Murcia, al igual que en otras comunidades autónomas gobernadas por el Partido Popular, «hemos decidido hacer lo que se hizo en los gobiernos de Aznar, y de esta forma posibilitar la dinamización económica».

Todo lo contrario a lo dispuesto por aquellas comunidades gobernadas por el PSOE, que han optado directamente por seguir las directrices del Gobierno Central y estos «les va a llevar por muy mal camino», remarcó el jefe del Ejecutivo regional.

La crisis del PP con Cajamadrid en un párrafo

«Y, por último, a Aguirre la ha vuelto a presentar como la mala que quiere a toda costa el poder, la que se opone a Rajoy, la que anhela controlar Cajamadrid. O sea, la ha vestido de Gallardón, son la doctora Jekyll y Mr. Hide. Desactivado Rato, pretende que Rajoy se cargue a Aguirre y quedar sólo él como salvador tras el próximo fracaso de Rajoy. Un plan para el que cuenta con Prisa. Entregado Zapatero a Roures, el hombre de Cebrián es Gallardón. Se necesitan. Sin embargo, Aguirre no pretende más que lo que cualquier otro presidente autonómico: mandar en las instituciones financieras arraigadas e inversoras en sus comunidades, esencial en una España que ya no existe, y en la que cada taifa tiene que apañárselas como pueda. O rehacer un Estado que con ZP es un botín nacionalista. A los pobres no nos quedan ya más que nuestras cajicas. ¿Qué ha hecho, si no, Valcárcel? ¿Que Carlos Egea gobierna Cajamurcia y que seguramente la presidencia contará con su beneplácito? Claro. Pero es que no hay muchos Carlos Egea. Y lo que es obvio, y antecedentes hay, es que no se puede presidir una de las cajas murcianas contra Valcárcel. No hay política económica regional sin las cajas. Ni en Murcia ni en Madrid. ¿Alguien imagina que al presidente de Cajamurcia lo nombrara Rajoy? No está haciendo Aguirre nada extraño, pues, nada que no hayan hecho Chaves, Barreda, los catalinos, Camps… más allá de que Esperanza constituya para mucha gente la única alternativa capaz de dar puntilla a Rodríguez. Y por eso la odian dentro, pero sobre todo fuera, en el PSOE. Porque la temen.

Lo escribe Javier Orrico hoy en La Opinión