Aquí no hay quien viva

mapa-politico-de-espanaLes guste o no a los independentistas, Cataluña es un 5ºB de un edificio. Algunos de los que residen ahí quieren irse y pretenden no pertenecer a la comunidad de vecinos. Quieren hacer un referéndum entre ellos para decidir si siguen en el edificio o se van. Su derecho a decidir, dicen. Pero por mucho que pataleen la decisión no les compete en exclusiva a ellos, como es natural, sino a todo el edificio. Es algo que les intentas explicar, pero que nunca entienden. Hablan de democracia, pero de una democracia sesgada, a medias. Quieren votar entre ellos solos y que el resto de la comunidad asista impávida a su proceso. Han estado durante los últimos treinta años tergiversando la historia del edificio, manipulando a los que allí residen y educando a las nuevas generaciones en el odio al resto de esta nuestra comunidad, mientras que se han aprovechado de las zonas comunes, han utilizado el ascensor o han jugado las competiciones deportivas que se han organizado.

Ahora se comparan con el edificio de enfrente, con el Reino Unido. Lo que no ven es que ese edificio son diferentes escaleras (o porterías) a diferencia del nuestro, en la que una se llama Inglaterra, otra Gales, otra Irlanda y otra Escocia. Las cuatro conforman el Reino Unido, y una de ellas, Escocia, ha votado para no seguir perteneciendo al conjunto. No sé si se me entiende el paralelismo. Ellos son cuatro países reunidos, cuatro escaleras, mientras que nosotros somos una. Ni siquiera el más independentista escocés o catalán permitiría que una de sus viviendas dentro de un mismo edifico decidiera por si misma su independencia, se pongan como se pongan. ¿O es que permitirían que Barcelona votase por independizarse de Cataluña o Glasgow de Escocia, por poner un ejemplo, sin contar con el resto del territorio?

Pero volviendo a nuestro edificio, creo que el 5ºB minusvalora la posibilidad de que el resto de vecinos en una votación les pudieran dar lo que ellos piden, la independencia, o sea. Convivir con unos vecinos así cansa y a muchos el hartazgo les supera, por lo que no sería sorprendente que un número elevado de vecinos del 2ºA o el 3ºD votaran a favor de que se fueran y de que les dejaran en paz. Y dejarles en paz consistiría, claro está, en que los del 5ºB ya no podrían utilizar las zonas comunes, ni usar el ascensor ni jugar las competiciones deportivas que se han organizado; ni siquiera favorecerse de los tratados que el edificio ha firmado con otros edificios, pues ya no pertenecerían a él. Si consiguieran la independencia tendrían que construirse su propia escalera (la de incendios) y entregar las llaves de la portería desde el minuto uno.

Mas esto es algo que, desgraciadamente, ocultan los inquilinos del 5ºB que desean separarse al resto que desean continuar en el edificio llamado España; como también les ocultan que por culpa de sus deseos separatistas durante tantos años han llevado al otrora próspero y moderno 5ºB a la decadencia y al oscurantismo. Y si no lo creen que miren las estadísticas de los índices económicos y comprueben como ese piso que era el primero en la mayoría de ellas ha pasado ahora a un segundo o un tercer plano por culpa de sus gobiernos nacionalistas y sus ansias de independencia. Así que mientras los demás pisos han avanzado, ellos han retrocedido, porque mientras los demás han dedicado todo su tiempo en mejorar cada día, ellos han despilfarrado parte de sus recursos en su paranoia separatista. Allá ellos. En fin.

La desintegración del PP

EL NUEVO PARTIDO DE ORTEGA LARA ASEGURA QUE NO BUSCA DAÑAR AL PPEl PP se deshace como un azucarillo. El nacimiento de VOX con Santiago Abascal y Ortega Lara a la cabeza, y ahora con Alejo Vidal Cuadras como más que probable cabeza de cartel para las próximas elecciones europeas, está suponiendo un problema que se está acrecentando con mayor rapidez que la que los gurús de turno pronosticaban. Faltaba que Mayor Oreja anunciara el mismo día que no concurriría en las listas del PP para que la sensación de caos se haya hecho más intensa.

No hay nadie que yerre más en unas predicciones concretas que un buen sociólogo, un magnífico politólogo, un economista de altura o un periodista con ínfulas. Todos ellos analizan extraordinariamente los hechos pasados e intentan crear magníficos estudios y modelos para adelantarse al futuro, pero en las ciencias sociales es imposible analizar millones de variables y describir con exactitud los acontecimientos que están por venir. La posibilidad del nacimiento de alguna opción que ocupara el hueco dejado por el partido liderado por Mariano Rajoy era más que evidente. A pesar de ello no se desprendía una excesiva preocupación dentro de las huestes “peperas”. Ya he leído por ahí que para algunos gurús a sueldo la irrupción de VOX no le viene del todo mal a los populares porque consigue que el electorado tenga al PP como un partido aún más de centro (sic). Los que más han advertido de la posibilidad del nacimiento de un apéndice del PP han sido precisamente aquellos que no se caracterizan por tenerle una excesiva simpatía a los dirigentes del partido que actualmente gobierna España, por el abandono por parte de estos de unos principios que se le consideraban innatos y que son fundamentales para el futuro de la nación. El desprecio hacia los que llevan la contraria y la táctica de mirar hacia otro lado ha terminado por alcanzar al actual presidente del PP sin remisión y sin espacio para reaccionar a tiempo. Tengo para mí que la atomización del voto no es buena, por mucho que se critique el bipartidismo. La italianización política de España puede ser un desastre. Y la culpa no es más que de Mariano Rajoy –y de Zapatero en el otro lado- por su pasividad en general ante las contrariedades que se le vienen encima. No se puede gobernar a golpe de encuesta, porque, al final, tus mejores activos huyen buscando sus ideales perdidos.

El mayor problema es haber dejado la estrategia política para intentar ganar un espacio electoral, que se supone con un número potencial más amplio de votos, en manos de determinados sociólogos y periodistas lamelibranquios, -que además cobran una herencia por lo que quieres oír-, y haber abandonado las ideas, las que han sido siempre el eje central de tu existencia como partido político, envueltas en papel celofán y castigadas en el rincón de pensar (FAES). Luego pasa lo que pasa, que de tanto centrarte puede darse el caso de terminar colándote por los ojetes del sumidero de la historia política (UCD). Y lo peor de todo es que, se sea simpatizante o no del PP, su posible desmembración sería algo pésimo para España. En fin.

Referéndum. El derecho a decidir de todos los españoles

Instituto Juan de Mariana

Ángel Fernández (Instituto Juan de Mariana) . Hemos analizado en artículos anteriores la involución institucional y la desigualdad ante la ley que han forjado una jaula de hierro en torno a los ciudadanos que se sienten impotentes ante la imposición de políticas intervencionistas por 17 oligarquías autonómicas o, si se prefiere, por 17 élites extractivas regionales en su intento de acaparar el máximo poder político y económico empleando los estatutos y leyes autonómicas, los impuestos y el endeudamiento de las generaciones futuras para «guiar« la sociedad a favor de utopías que esconden los intereses de la casta política regional.

El nacional-separatismo ha utilizado tácticas totalitarias para el control de la sociedad civil por medio del adoctrinamiento en las escuelas, la universidad y los medios de comunicación. Las oligarquías de élites extractivas autonómicas han jugado con los sentimientos tribales de la población (familia, pueblo, lengua, cultura y territorio) y con el miedo psicológico a la libertad (I) y (II), «guiando« hacia la fractura social de cada región; separando en vez de uniendo entorno a un futuro común, discriminando y estigmatizando a los ciudadanos, divididos en primera, segunda y tercera categorías en función de su grado de adhesión a los intereses políticos y económicos de la élite extractiva autonómica ([1][2][3][4][5][6]).

Pues bien, ante el actual desafío secesionista, que va consumiendo etapas para intentar desmembrar la convivencia pacífica entre las regiones que conforman España, hay que recordar varios hechos jurídicos irrefutables:

  • La Ley básica en España es la Constitución, que fue ratificada por la inmensa mayoría de españoles el 6 de diciembre de 1978 y que sirve como contrato que debe regular la convivencia pacífica entre todos los españoles.
  • El Artículo 1.2 CE legisla claramente que: «La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado».
  • El Artículo 2 CE determina: «La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas».
  • El Artículo 14 CE legisla que: «Los españoles son iguales ante la Ley sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social».

Dicho lo cual, conviene constatar los graves problemas de convivencia y de crecimiento del tamaño del Estado que ha generado la errónea redacción del Título VIII que permitía la instauración de la organización territorial en Autonomías caracterizada por la corrupción generalizada ([1][2][3][4][5][6]) con hasta 1661 casos por toda la geografía española, la irresponsabilidad presupuestaria ([7][8][9]), la irresponsabilidad tributaria ([10][11]), y los excesos normativos ([12][13]) desde 17 parlamentos autonómicos que desvertebran el poder legislativo y son responsables en gran medida de las más de 100.000 leyes, decretos y normas que se publican cada año en España.

Si hay que construir, ordenar y poner en marcha una gran política nacional basada en los principios constitucionales, sólo hay una opción moral posible que es afrontar el desafío separatista y dar la palabra y el voto a todos los ciudadanos españoles para que decidan en un referéndum cómo solventar el problema de organización territorial de España.

Es decir, la fractura social a la que han conducido el nacional-separatismo de las Autonomías, y la inacción de los gobiernos centrales, sólo puede superarse políticamente por la decisión mayoritaria de todos los españoles. No se requiere un referéndum para jugar al juego de los intereses de la oligarquía independentista y confirmar que Cataluña es una parte fundamental de España; algo que es obvio a lo largo de la historia y que, en aplicación del artículo 1.2, sólo podría decidirse entre todos los españoles que sufragamos con nuestros trabajos, compras e impuestos el presupuesto público de la Generalitat pero que, aplicando el artículo 2 de la Constitución, es legalmente imposible.

Evidentemente, sí se requiere un referéndum sobre las políticas fundamentales para garantizar el crecimiento económico, la cohesión territorial y la convivencia pacífica, de modo que todos los españoles decidan: A) cómo limitar y fijar las competencias autonómicasB)cómo garantizar una financiación equilibrada y responsable y, también, C) cómo exigir elcumplimiento de la Ley por las autoridades y funcionarios autonómicos.

Aplicando elartículo 92 CE, un referéndum que convocase a las urnas a todos los españoles con derecho a voto, podría ser capaz de restablecer la convivencia pacífica e impulsar la normalidad democrática que intentan romper los secesionistas. Es decir, muchos ciudadanos entendemos que sólo un referéndum puede mejorar la legalidad vigente, frenar el nacional-separatismo y hacer prevalecer las reglas de la Ley vigente con el poder de la mayoría del censo electoral de España. Por ejemplo, por medio de las siguientes siete preguntas:

  1. ¿Quiere Ud. que se fijen las competencias de las Comunidades Autónomas en el artículo 148  y que se suprima el apartado 2 del artículo 150 de la Constitución que permite la transferencia o delegación de competencias? (Sí/No)
  1. ¿Quiere Ud. que la educación vuelva a ser una competencia exclusiva del estado central en el artículo 149 de la Constitución, siempre que se garantice el aprendizaje en el idioma vehicular que prefieran los alumnos, tanto en español como en euskera, gallego, catalán o valenciano? (Sí/No)
  1. ¿Quiere Ud. que la sanidad vuelva a ser una competencia exclusiva del estado central en el artículo 149 de la Constitución de modo que se ahorren costes y se garanticen prestaciones de calidad en todo el territorio nacional? (Sí/No)
  1. ¿Quiere Ud. que el artículo 148 explicite en un nuevo apartado que cada Comunidad Autonómica cuente con un Gobierno Autonómico y se supriman los Parlamentos Autonómicos para reducir gastos, disminuir el exceso de legislación, y evitar duplicidades y barreras comerciales en España? (Sí/No)
  1. ¿Quiere Ud. que cada Comunidad Autonómica cuente con sus propios ingresos tributarios con un sistema fiscal equilibrado, aplicable en todas las regiones de España y que permita sufragar los gastos de la administración y el gobierno autonómicos? (Sí/No)
  1. ¿Quiere Ud. que se apliquen cupos fiscales en el País Vasco y en Navarra? (Sí/No)
  1. ¿Quiere Ud. que se aplique el artículo 155 de la Constitución para que puedan ser destituidas y, en su caso, procesadas penalmente aquellas autoridades y/o aquellos funcionarios de una Comunidad Autónoma que no cumplan las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan? (Sí/No)

Un Estado de Derecho, digno de tal nombre, no puede mantenerse impasible y tolerar el incumplimiento de la Constitución, las leyes y las sentencias de los tribunales por parte de las Comunidades Autonómicas. Y una democracia parlamentaria no debe permitir un desafío secesionista que intenta imponerse a la mayoría de los ciudadanos por unas oligarquías regionales, ávidas de más poder, más corrupción y más control sobre la población.

Por un lado, el Gobierno no ha recibido el mandato del pueblo para doblegar la soberanía nacional ante los deseos del secesionismo, por más que insista la propaganda de los partidos nacional-separatistas de Cataluña o del País Vasco. Si el Gobierno accediese a las pretensiones secesionistas, se estaría infringiendo la legalidad vigente, dado que no está contemplado en la Constitución, que es la Ley básica que establece el marco jurídico e institucional válido en España.

Por otro lado, un Gobierno de España no debería tolerar por más tiempo que exista desamparo de los ciudadanos en municipios y regiones, donde son discriminados por no someterse a los deseos de la oligarquía de élites extractivas nacional-separatistas.

Contestando a las siete preguntas anteriores, por medio de la soberanía nacional de la mayoría de todos los españoles, se dotaría de certidumbre al ordenamiento jurídico y se renovaría la validez de la Constitución Española de 1978 para las próximas generaciones. Un Gobierno con mayoría absoluta sería capaz de sacar adelante los cambios normativos, aplicando el artículo 167 de la Constitución.

En definitiva, son todos y cada uno de los ciudadanos de España los que deben decidir sobre el futuro de la nación más antigua de Europa y las oligarquías no deben imponer políticas de hechos consumados con sus negociaciones entre bambalinas, su corrupción, su hipocresía, su inmoralidad y el miedo acérrimo que sienten a que sean los propios ciudadanos los que decidan; porque es en ellos donde reside la soberanía nacional, según el artículo 1.2 de la Constitución.

 

Griñanes y Rubalcabas

grinanchavesLa imputación se veía venir. Griñán ya lo dejó todo preparado antes del verano para que Susana Díaz llegara a la poltrona que ocupaba gracias al apoyo de la IU de los asalta Mercadonas Gordillo y Cañamero.

Carme Chacón huyó hace una semana y muchos encontramos ahora -aunque fuera blanco y en botella «relaxing cup of café con leche«-  una  de las respuestas en el auto de la juez Alaya con el que ha iniciado el proceso de imputación de Griñan, Chaves y otros altos cargos de la Junta de Andalucía. Políticamente Chacón era Griñán y Griñán era Chacón.

Parece que son el último eslabón de la interminable cadena de presuntos ladrones de comisiones y subvenciones que han sido imputados por la juez Alaya.  El caso es el más escandaloso de la democracia si atendemos al volumen del botín. En estos casos el tamaño sí que importa. Alaya les acusa de permitir cobrar sobrecomisiones a las mediadoras de los ERE «a cambio de ciertos favores». Criaturas. El caso llegará al Supremo. Y ahí es donde muchos sospechan que todo quedará en un último día de rebajas. 

Ahora el camino se le despeja, como su frente, a Rubalcaba, Faisán mediante. Alfredo se queda sin nadie que le tosa, ni nadie que mande firme y susurre viva el PSOE en el próximo Congreso interno de partido. Puede que haya derrotado con la mirada a la corriente renovadora que le movía la silla. Luego tendremos que soportar, otra vez, los elogios a su manida inteligencia, aunque en esta ocasión no ha hecho nada -supongo-.

Y en Murcia, o allí en Madrid, María González Veracruz hace palmas con las orejas, aunque guarde las formas en las redes sociales o escriba silencios cuando vienen EREs y «Reptiles» en Andalucía. Su padre Rafael González Tovar, que notaba cierto tufillo agominado interno contestatario, también respirará con alivio. No hay nada como apostar a caballo ganador, aunque éste sea Othar, el equino de Atila. Estaremos atentos a las pantallas, al telepromter del grupo Prisa y a los recados de los chicos de Roures. En fin. 

El sistema de capitalización en la Seguridad Social

«La lección final es que las únicas revoluciones con éxito son aquellas que confían en el individuo y en las maravillas que el individuo puede hacer cuando es libre» (José Piñera)

El sistema de pensiones de reparto, que es el modelo que en España sufrimos, no sólo se dirige hacia la bancarrota en nuestro país, sino que lo hace en todos los demás en los que está implantado. El creador de este sistema fue el llamado «Canciller de Hierro», Otto von Bismark (1815-1898), quien a partir de 1891 instauró este sistema restrictivo en Prusia. Fue todo un éxito para el Estado porque la edad a la que tenía derecho a recibir una pensión se situaba en los 65 años, cuando la esperanza de vida en aquella época no pasaba de los 45. Un prodigio de incipiente manipulación y engaño.

José Piñera, con la colaboración de Alejandro Weinstein, publicó el 18 de julio de 1996 en el Cato Institute un estudio llamado: Una propuesta de reforma del sistema de pensiones en España». Piñera era el Ministro de Trabajo y Previsión Social en Chile en 1981, cuando en ese país se pasó de un sistema de reparto a otro de capitalización, siendo un ejemplo y un espejo donde mirarse para muchos otros países que posteriormente lo han ido implementando con éxito.

En dicho estudio, que se realizó un año después de la firma del Pacto de Toledo, se criticaba las medidas que en él se recogían porque alargaban en el tiempo la bancarrota de la Seguridad Social pero no la solucionaban; nos daba, además, la solución para instaurar un sistema de capitalización de las cotizaciones, explicándonos cómo se podría llevar a cabo en España.

Lo que no se recoge en su ensayo, porque le parecería inimaginable, supongo, es que la mayoría de esas medidas que aparecían en el famoso acuerdo y que firmaron todas las fuerzas políticas, los empresarios y los sindicatos, no se hayan llevado a cabo quince años después. Sus cálculos del sistema de reparto, a buen seguro, hubieran sido mucho más aciagos. Por ejemplo, la necesidad de prolongar la edad de jubilación que se mantenía en los 65 años desde comienzos del siglo XX, ya aparecía reflejada en el acuerdo de 1995, por lo que la propuesta del gobierno de subir la edad a los 67 años no es algo nuevo. José Luis Rodríguez Zapatero no está teniendo más remedio durante estas semanas que hacer como que está dispuesto a emprender las reformas económicas pendientes que a lo largo de su mandato se ha negado a abordar. La Unión Europea y el sistema financiero internacional no se traga más promesas del Reino de España de que es capaz de controlar su déficit público y de que tiene la necesaria capacidad para salir de la crisis.

La propuesta de reforma de pensiones en España que hizo José Piñera en 1996 se basaba en un tránsito paulatino a un sistema de capitalización individual que elevaría las pensiones, incrementaría el empleo, aumentaría el ahorro, mejoraría la productividad del capital, potenciaría la tasa de crecimiento del PIB, reduciría el poder del Estado en la economía, despolitizaría el sistema de pensiones, estimularía una cultura laboral de ahorro, disciplinaría la gestión económica nacional y además de todo esto, sería posible implantarlo en España.

El motivo por el que ningún partido político se atreve siquiera a plantearlo es por la oposición radical de los sindicatos a cualquier cambio en nuestro sistema de pensiones. Y es que los sindicatos se han convertido en el colectivo más obtuso, arcaico, retrógrado y reaccionario que existe en nuestro país. Están impidiendo con su actitud desde hace muchos años -junto a la cobardía del socialismo que es incapaz de enfrentarse a ellos, por supuesto- cualquier pequeña posibilidad de salir a corto plazo de la crisis en la que estamos sumergidos.

Yo les invito a ellos y a todos ustedes a leerse tanto el artículo antes enlazado como «La revolución de las pensiones en Chile», otro ensayo del mismo autor en el que describe brevemente la triunfante experiencia chilena después de dieciocho años conviviendo con un sistema de capitalización de pensiones. En fin.

Coda: 

Este artículo lo publiqué en mi anterior blog del diario La Opinión de Murcia el 06 de febrero de 2.010. Posteriormente fue recogido en el libro «Sendas liberales» (Ed.Biblioteca Nueva, Madrid, 2011),  junto a una selección de artículos de los miembros de Ciudadanos para el progreso. Lo he vuelto a traer aquí porque, por esas cosas de Internet, el enlace ha desaparecido, además de estar de nuevo de actualidad, si es que el tema de las pensiones lo ha dejado alguna vez de estar.  

Juan Ramón Rallo presenta su libro en Murcia

rallo1Juan Ramón Rallo presentará a las 18:30 horas del próximo miércoles 27 de febrero en el Casino de Murcia el libro “Una alternativa liberal para salir de la crisis. Más mercado y menos Estado”. En este libro, Rallo repasa las causas que sumieron a España en la grave crisis económica y financiera, nos demuestra que fueron los gobiernos y los bancos centrales quienes inflaron las tres burbujas -la financiera, la inmobiliaria y la estatal- que terminaron asolando la economía española. Nos propone soluciones liberales para salir fortalecidos entre las que destacarían la necesidad de austeridad del sector público, la liberalización del sector privado y la no socialización de las pérdidas de la banca.

De este modo, en Una alternativa liberal para salir de la crisis, el lector podrá descubrir cómo rescatar a la banca sin que le cueste un solo euro al contribuyente, cómo recortar el gasto público en más de 130.000 millones de euros para acabar con el déficit e incluso bajar los impuestos, y cómo liberar al sector privado de las múltiples regulaciones que lo atenazan y que le impiden crear empleo vigorosamente. Un programa de reformas opuesto a la desastrosa política económica desplegada hasta la fecha tanto por el PP como por el PSOE.

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Juan Ramón Rallo es doctor en Economía, habiendo concluido la licenciatura con Premio Extraordinario de fin de carrera y licenciado en Derecho con Premio Extraordinario de fin de carrera por la Universidad de Valencia, así como master en economía de la Escuela Austriaca por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Actualmente es profesor en el centro de estudios OMMA y en el centro de estudios ISEAD. Ha recibido el ‘Premio Julián Marías’ 2011 a la trayectoria científica en el ámbito de las ciencias sociales para menores de 40 años. Asimismo es analista económico de esradio y director del Instituto Juan de Mariana.

También es coautor del estudio sobre el coste de las energías renovables en España Study of the effects on employment of public aid to renewable energy sourcesy de los libros Una crisis y cinco errores, galardonado con el Premio Libre Empresa de la Fundación Rafael del Pino, Crónicas de la Gran Recesión (2007-2009), El liberalismo no es pecado,  Los errores de la vieja EconomíaUn modelo realmente liberal y Una alternativa liberal para salir de la crisis.

 

Wert, el réprobo

El Estado no tiene derecho a dirigir la educación para impulsar sentimientos nacionales, ni visiones de la historia, ni rasgos culturales, ni lenguas concretas. Ese derecho, como otros, nos fue expropiado indebidamente por el Estado a sus legítimos potestatarios. Uno de los ejemplos del desastre de tal expropiación lo tenemos en el nacionalismo, que tiene a la educación como su principal arma para que la metástasis del tumor independentista que padecen llegue al mayor número de personas. Y treinta años de adoctrinamiento continuado no pueden ser obviados. El Estado debe quitar sus zarpas de la educación, sí, pero antes tiene que arreglar su propio desaguisado. Aquí todos tenemos que jugar con las mismas cartas. Por eso estoy con Wert, a quién los socialistas quieren, como mínimo, reprobar, por unas palabras que en condiciones normales hubieran suscrito. Pero ¿qué dijo Wert para tanto revuelo? ¿Se ha leído alguien su contestación parlamentaria? :

“..No me va a convencer porque ya estoy convencido, no porque no pueda ser convencido. Es una lengua que siendo madrileño amo como una lengua española más y hablo y leo, y me parece que lo que en términos legales, jurisprudenciales y constitucionales se ha admitido respecto al catalán es perfectamente válido; ahora, yo estoy hablando de una cosa muy distinta, estoy hablando de hacer efectivo un derecho que tiene amparo legal y amparo constitucional y amparo jurisprudencial y es que aquellas familias que quieran que sus hijos se escolaricen en castellano tengan todo el derecho de hacerlo. Y me da igual que sea una, que sean diez, que sean cien, que sean mil o que sean diez mil porque es una cuestión de libertades y, como digo, al Gobierno le corresponde hacer efectivo ese derecho. Punto número uno. (Aplausos).

Punto número dos. Señor Vallès, es tan cierto que hay elementos en el sistema educativo —por cierto, elementos que trajeron ustedes durante el tiempo del tripartito— que, por ejemplo, en segundo de bachillerato lo que en el decreto de enseñanzas mínimas común y de aplicación en toda España se llama Historia de España, en Cataluña, según el decreto de un conseller que entonces era de su partido, se llama Historia, y en él la historia de España tiene menos rango que en Cataluña. Y la señora Rigau, que no es de su partido, que es de Convergència, ha dicho el otro día que nuestro interés es españolizar a los alumnos catalanes. Lo dijo, y no con ánimo de elogio. Pues sí, nuestro interés es españolizar a los alumnos catalanes y que se sientan tan orgullosos de ser españoles como de ser catalanes (Aplausos) y que tengan la capacidad de tener una vivencia equilibrada de esas dos identidades porque las dos les enriquecen y les fortalecen. (Rumores.—Aplausos.-El señor Campos Arteseros: ¡Tiempo!). Y en esa línea, señor diputado, vamos a continuar. (Aplausos).”

http://www.congreso.es/public_oficiales/L10/CONG/DS/PL/DSCD-10-PL-64.PDF

El adiós de Esperanza Aguirre

Soy de los que tampoco me creo que Esperanza Aguirre haya dimitido por una enfermedad. Su marcha me parece una noticia terrible para los madrileños, para los españoles y para los que amamos la libertad. Lo que le faltaba a España.

La tuvieron que sujetar los médicos cuando fue tratada de un cáncer para que no se abofeteara con sus oponentes políticos durante su convalecencia. Para ella un cáncer no fue suficiente.

Ha demostrado a lo largo de su trayectoria política que es capaz de ganar a quién se pusiera por delante, no sólo con una dialéctica arrolladora plagada de argumentos, sino con hechos que han terminado casi siempre por darle la razón. Y siempre con el liberalismo por montera. Nunca le pudieron derrotar sus adversarios políticos, aunque sí huele a que al final lo han conseguido sus enemigos…(«En la vida hay amigos íntimos, amigos, conocidos, adversarios, enemigos, enemigos mortales y compañeros de partido (Winston Churchill, 1874-1965) .

En efecto se va una gran mujer y una política excepcional en todos los sentidos. Es paradójico que en estos momentos difíciles por los que atravesamos, en vez de que presidan los mejores, reinen los peores; es paradójico que se estén marchando los valientes, los que tienen principios, los brillantes o los que tienen capacidad de liderazgo. Ay, Manuel Pizarro, María San Gil, Ortega Lara… Y ahora, Esperanza.

No ha sido perfecta, pero es lo más cercano a un político que ha llegado a los puestos de responsabilidad nacional más altos sabiendo lo que es el liberalismo. Política de pico y pala. Para los que duden de su valía decirles que, entre otras cosas y por quedarme con lo último, ha presidido el despertar económico de la Comunidad de Madrid bajando impuestos y reduciendo el tamaño de la Administración. Pese a ello la mayoría de la casta sigue despreciando estas recetas. Esta vez, como han escrito, sí parece que se ha resignado, aunque yo estoy convencido que no será por mucho tiempo. O eso espero. En fin.